domingo, 10 de junio de 2012

Yo y mi relación con los colegas

A veces pienso que me equivoqué de carrera. Me gusta la labor social, si, y en eso no siento que me equivoqué. Me gusta la remuneración que puedo llegar a obtener, indudablemente. Pero el "mundillo" de los abogados. Eso si que no me gustó. Siento que no pertenezco a él, que pertenezco a otra clase de abogados, más simpático, más liviano de sangre, menos pomposo, menos complicado.
Estamos hablando de gente que ya no baja de calle Caupolicán y que lo más cercano a pobreza que tienen es la falta de hojas para imprimir. Gente que se olvida de las carencias que sufrió y los dolores que padeció cuando estudiaba... De esos no quiero ser, pero lamentablemente estamos llenos. Eso influye en nuestra forma de trabajar, por que se vuelve mecánica, formalista y lejana con la gente que llega, al no sentirse identificado con los problemas que aquejan la gente que nos visita
Soy de la opinión que es posible hacer nuestro trabajo de otra forma. Sin llegar a absorber los problemas de nuestros patrocinados (por que eso sería llegar al otro extremo), prefiero un trato más cordial y más cercano con ellos, manteniendo un poco la distancia, pero no poniendo un abismo de por medio como se hace actualmente. En mi modesta opinión, esto de alejarse del cliente viene de un trasfondo cultural más que de un profesionalismo prístino e idealista.
Quizás el idealista soy yo. Ya lo veremos cuando evalúe mi paso por la Corporación de Asistencia Judicial.

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